martes, 5 de junio de 2012

Londres, una ciudad con encanto


El pasado  año 2010 viajé a Londres con mi familia, y la verdad que es una de las ciudades  de las que he visitado, que  más me han gustado y os cuento porqué…
 Londres es una cuidad con encanto  que tiene mucho que visitar aunque no lo creas en 5 días que fui yo, te da tiempo a ver muchas cosas. Una de las visitas  imprescindibles de  que quien vaya allí es The Tower Bridge, es un puente levadizo bastante grande en el que, por debajo pasa el río Támesis, puedes cruzarlo andando o en coche. A  ciertas horas el puente se eleva para que los barcos puedan pasar por debajo. Desde el puente se puede observar The London Eye, que es una inmensa noria a la que la llaman el ojo de Londres porque desde ella puedes ver  cualquier punto de la cuidad. Mucha gente se monta en ella para contemplar las vistas desde todo lo alto. Desde el puente se pueden hacer preciosas fotos en las que de fondo aparece el Big Ben y el Parlamento Londinense.
Otra cosa que no podéis perderos es el barrio de Camden Lock, es un barrio grande con muchas tiendas de todo tipo: artesanía , ropa, comida… La entrada a las  tiendas te da sensación  parecida a una cueva y son originales y merece la pena  verlas.
Otra zona muy pintoresca  y típica londinense por su colorido, es el   barrio de Nothinghill, en el que, suelen poner una especie de mercadillo  y son característicos  los puestos de artesanía. Había una tienda que me llamó mucho la atención que era de planchas y máquinas de coser antiguas. Tenían una exposición entera de ellas, era impresionante ver tantas planchas juntas.  También es conocido por la famosa película de Julia Roberts y Hugh Grant, del mismo nombre,  y  grabada en la librería  de  allí.
Otro sitio que me gustó mucho  es Trafalgar Square, donde se encuentra el  National Galery y que en fechas de Navidad la decoran y ponen un gigantesco árbol de navidad en mitad de la plaza.
Cerca de  Picadilly Circus tienes  comida  de todo tipo; hay comida china mayoritariamente, comida asiática, comida alemana… es el mejor sitio para ir a comer porque encuentras de todo, aunque normalmente va todo el mundo allí y sino vas pronto los sitios se llenan rápido y no tienes donde sentarte.
Harrots, son  unos  grandes almacenes  de semi lujo que  contiene una de  las jugueterías  más grandes  de Londres , ahí tienes cualquier juguete que te puedas imaginar, todos los perfumes, maquillaje y cualquier producto de belleza, todos los puedes encontrar  allí. Es impresionante verlo porque es un centro comercial precioso.
Si queréis iros de compras y daros  un caprichito, en la calle Oxford podéis encontrar todas las tiendas que queráis, es una especie de Gran Vía madrileña pero trasladada allí.
El cambio de guardia  en el Palacio de  Buckingham  es muy bonito de ver, eso sí, si vais en invierno prepararos para pasar frío porque hay que esperar  bastante. Yo os aconsejo que vayáis sin prisa y tiempo suficiente para coger sitio porque sino luego se llena y no conseguiréis ver nada.
Muy cerca de allí podéis encontrar el famoso parque Hyde Park, en el que las imágenes son espectaculares,  sobre todo si vais en invierno que lo podéis encontrar nevado. La gente va allí para hacer deporte, pasear y sobre todo disfrutar de toda la naturaleza.
En conclusión, Londres es una cuidad fascinante  en la que se mezclan muchas culturas y  además de visitarla por su belleza paisajística y monumental merece la pena  ir allí y conocer su gente y costumbres porque puedes aprender mucho de la cultura inglesa.

viernes, 25 de mayo de 2012

BARCELONA, UNA CUIDAD A LA QUE SIEMPRE VUELVES.

Barcelona como todo sabéis es la segunda cuidad mas importante de España, para mi personalmente ha sido una experiencia única.
La ultima vez que estuve allí fue el  verano de 2011 en el mes de Julio, el ave fue el medio de transporte que utilice para llegar allí, aunque como ya sabréis se puede llegar de mil formas.
Mi primera sensación nada mas salir de la estación fue grandiosa ya que el calor de playa que percibía mi cuerpo mezclado con el ambiente tranquilo que trasmitía esta cuidad confirmaban todas mis buenas expectativas.
Estuve una semana donde pude apreciar la gran variedad de facetas que ofrece esta cuidad en la que si queréis conocer las maravillas arquitectónicas de  Gaudí,  como la Sagrada Familia, que os puedo decir que aparte de impresionante es un monumento de obligada  visita, así como visitar la zona mas conocida y transitada  de la cuidad” Las Ramblas “ las cuales se podría definir como un desfile de música, flores, espectáculos, mimos… que tampoco te puedes perder!!!!
Una de las cosas que me gustaron también de Barcelona y algo que nunca quitaría de mi lista de visitas es el espectacular Parque Güell el cual es considerado un símbolo de Barcelona, fue construido por Gaudí y en el encontraremos increíbles estructuras de piedra, cerámicas con mosaicos de colores  impresionantes y edificios fascinantes, destacaros la Fuente Dragón que esta en la entrada del parque, encontrareis también una terraza desde donde tienes unas vistas únicas y también podréis  visitar una pequeña casa ,que ahora es un museo ,donde vivió Gaudí .Recomendaros que reservéis una día estero a la visita de este parque ya que es muy grande y merece la pena.
Una gran experiencia para mi también fue poder admirar el espectáculo de las Fuentes  Mágicas de Montjuic  donde podréis ver una gran cantidad de acrobacias acuáticas llenas de color, luz y movimiento donde la música da el ritmo al este mágico espectáculo  de obligada asistencia si pasas por aquí.
En cuanto a monumentos tenéis mil opciones si sois fans del turismo cultural pero yo os quiero destacar los que mas me impresionaron: el Castillo de Montjuic  el cual es ahora un museo el Arco del Triunfo  y el monumento a Colon donde desde su mirador tendréis unas panorámicas increíbles de la ciudad.


La plaza de Cataluña es la mas famosa, la mas grande , la mas visitada y una de las mas bonitas donde os podréis sentar un rato y admirar como se mueve Barcelona desde uno de los puntos mas céntricos de la cuidad y para tomarte muchas fotos ya que esta lleno de palomas!!!
Uno de los lugares donde mas me divertí y del que mejor recuerdo me llevo es del parque de atracciones Tibidabo merece la pena visitarlo si dispones de mucho tiempo en la cuidad.
Las playas de Barcelona son increíbles lo malo que en verano os imaginareis como se ponen así que yo os recomiendo que si no disponéis de coche para moveros por los alrededores dela cuidad el cercanías pasa por una gran cantidad de playas mucho mejores que las de Barcelona cuidad como las de Mataró, Castelldefels, Badalona y por supuesto Sitges.
Barcelona también es conocida por su vida nocturna, plural y abierta a todo tipo de personas y gustos con calles llenas de bares, restaurantes de todo tipo y zonas ambientadas para poder disfrutar de  las mas grandes y conocidas discotecas de la cuidad
La villa Olímpica es una zona llena de pubs y bares cerca de la playa, famosa turísticamente y donde se puede disfrutar de la cara mas fiestera de la cuidad yo os recomiendo las Carpas de Bora Bora una mezcla de carpas y terrazas en un gran espacio abierto donde la música y el gran ambiente te hacen vivir una experiencia fuera de lo normal y donde yo disfrute muchísimo están solamente 10 minutos del centro de la cuidad y dispones de taxis a todas horas para movilizarte si no tienes coche.
Podría seguir contándoos mil cosas mas de esta preciosa ciudad pero con esto espero que os animéis a  descubrir por vosotros mismos la gran cantidad de lugares y experiencias que te aporta y os aseguro que cómo me a pasado a mi, se convertirá en una cuidad a la que siempre vais a volver.

CRUCERO POR EL MEDITERRÁNEO


La mejor experiencia vivida dentro de un enorme barco, mi último viaje fue un crucero por el mediterráneo con la compañía Costa Cruceros. Se trataba de un itinerario de 8 días, 7 noches por las ciudades de Barcelona (punto de partida), Marsella, Savona, Nápoles, Génova, Mallorca y Barcelona. 
A la llegada al puerto de Barcelona para embarcar, la primera impresión al ver ese enorme barco a lo lejos fue de asombro, aunque nada comparado a cuando entras al interior y no imaginas como pueden caber tantas cosas dentro. Da la impresión de ser una enorme ciudad decorada con todo lujo de detalles. Trece plantas con cientos de camarotes, buffet, restaurantes, zona de juegos, discoteca, casino, teatro, gimnasio, spa, varios salones, piscinas, jacuzzis…
Una de las principales ventajas de este tipo de vacaciones es el relax, el confort y sobretodo el conocer varias ciudades en tan solo unos días. Además te ofrecen la posibilidad dentro del barco de realizar excursiones programadas por el crucero para conocer los lugares mas conocidos o importantes de las ciudades donde para este crucero, aunque si vais os recomiendo la visita a la ciudad de Marsella y su maravilloso puerto o en Nápoles la excursión a la ciudad de Pompeya, es un poco pesado el viaje ( 2 horas) pero  sin duda merece la pena la impresión que da una enorme ciudad construida hace millones de años y que conserva la mayoría de su estructura antigua.
En cuanto a los camarotes son habitaciones cuidadas hasta el más mínimo detalle, os aconsejo que si vuestro bolsillo os lo permite cojáis una habitación con balcón hacia el mar para que tengáis la increíble experiencia de levantaros por la mañana y asomarte para contemplar kilómetros y kilómetros solo de agua que  te harán sentir el rey del oceano , aunque tengo que decir que los camarotes interiores que es en uno delos que me aloje  yo, pese a no tener ventanas, son muy  espaciosos y nada agobiantes.
En el barco se ofrecen todo tipo de actividades durante el día para aquellos que prefieran  disfrutar del barco y no quieran realizar salidas, que te aleja un poco de la rutina de sol, piscina y descanso como pueden ser actividades deportivas tanto para pequeños como para mayores, concursos de baile o actuaciones en el teatro.
También por la noche, se realizan fiestas o espectáculos dedicados a países o a la dirección de la tripulación donde vestido con la indumentaria adecuada que te recomiendan previamente cuando reservas el crucero, disfrutaras de una noche divertida y original.
Por desgracia un año después de mi visita ocurrió un accidente de la misma compañía en el que murieron varias personas, pero según mi experiencia es un transporte muy seguro y unas vacaciones inolvidables, por eso os animo a que hagáis un crucero porque estoy seguro que no os arrepentiréis y os entrara el gusanillo de repetirlo de nuevo como me ha pasado a mi. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Visitando Salamanca

 Visité esta ciudad como viaje de fin de curso en 2º de bachillerato. Nosotros íbamos pensando, en lo que habia llegado a nuestros oídos de este lugar, sobre todo fiesta, puesto que es un enclave universitario.

Sin embargo, y como es lógico, nuestro itinerario de viaje comprendía ciertas actividades culturales, por lo que cada mañana nos levantábamos y nos recorríamos la ciudad.
La ciudad en sí me resultó muy acogedora, sus gentes amables, sus calles llenas de vida, pero sin demasiado bullicio...en fin, como si fuese un pueblo grande.

Además tuvimos la oportunidad de aprovechar una mañana para ir de tapas, ya que Salamanca también es conocida por ello. Pude observar que había muchísimos bares y lugares donde poder tomarte algo, y muy diferentes, aunque nosotros nos decantábamos mayoritariamente por las terrazas, aprovechando los rayos de sol. Las tapas son bastante abundantes y también muy variadas, siempre acompañadas de una bebida refrescante. 

Volviendo al plano cultural, visitamos los principales monumentos, y claro todo el recorrido a pie, ya que no es una ciudad muy grande y todo queda bastante cerca. Me gustaría destacar la Catedral Nueva, construida prácticamente al lado de la Vieja, que en un principio se iba a derribar. La razón por la que se erigió otra catedral fue debido al auge de la actividad universitaria. Sobre todo me llamó la atención el detalle en sus pórticos. Además se encuentran en una zona peatonal de jardines y parques digna de mencionar. Pudimos contemplar en su fachada la famosa rana de la suerte, ya que dicen que si la encuentras apruebas; es curioso la cantidad de figuritas talladas que puedes ver mientras realizas la tarea, así como, angelitos con infinidad de posturas, animales e incluso llegué a ver un astronauta.

En  cuanto a la vida nocturna, qué decir, un sinfín de garitos, pub y discotecas alrededor de la plaza mayor, adornada con luces que la hacen todavía más espectacular. Aprendimos que allí los días de salir son el jueves y el sábado especialmente.

Me gustaría terminar diciendo que recomiendo ésta acogedora ciudad y reconozco que su encanto me ha hecho volver.

Cuando un cliché se convierte en recuerdo

                Nunca he sido de ese tipo de persona, romántica empedernida, que querría viajar a París, en febrero y con gorro, y alojarse en un pequeño estudio en el corazón de Montmartre. Pero lo hice.
Y París no es como la pintan, es más bonita aún. A pesar de que el color en sus calles sea prácticamente inexistente.
Mi primer contacto con la ciudad se podría calificar de estrafalario: almorzando en un McDonalds, frente a un sexódromo en el Boulevard Clichy, con la maleta entre las piernas. Lleno de niños que no paraban quietos. Y todo para hacer tiempo a que la casera que me iba a alquilar el estudio durante unos días, llegara a su casa de hacer la compra.
Marianne resultó ser una treintañera alegre y extrovertida, que se esforzaba por hacerse entender en castellano. Y el estudio, en plena Rue Lepic, al lado del Moulin Rouge, incómodo y diminuto. Pero no cambiaría por nada del mundo la experiencia de despertarme cada mañana, y nada más salir por la puerta, encontrarme con una pequeña calle llena de puestos de flores y frutas en plena acera.
Fue dejar los bártulos y salir a la calle. Sin importar el mes en que nos encontrábamos salía el sol y se disfrutaba de buen tiempo, por lo que me encaminé por las callejuelas del bohemio barrio Montmartre hasta la basílica del Sacre Coeur. Y éste es uno de los mejores recuerdos que guardo de la cuidad; la imponente escalinata que lleva hasta la basílica llena de gente sentada escuchando a un único hombre, africano, tocando y cantando su versión de “No woman, no cry”. Los sentimientos que me inundaron ante tal estampa me acompañarían durante todo el viaje.
París no es una ciudad que se pueda disfrutar en su totalidad aun que pasaras una vida entera en ella. Y yo me propuse verlo todo. He de decir que esto me causó algunos problemas técnicos, pero nada más grave de que mi acompañante se frustrara por tener que acompañarme durante tres días seguidos al Louvre.
Como he mencionado antes, París es una ciudad gris. Preciosamente gris. Parece que todos los edificios, monumentos, personas y cosas se rigieran por el mismo patrón. Y esta es una de las cosas que la hacen ser lo que es. Detalles como las puertas de los parkings privados y públicos en madera oscura y de tres metros de alto, las bohardillas decimonónicas -o asimilándose a las decimonónicas-, los colores oscuros predominantes en el vestuario de la gente, la piedra en tonos grisáceos o marrones, edificaciones de metal… Solo unos pocos puntos dan color a la ciudad: el Moulin Rouge, el Centre Pompidou, y las fruterías y floristerías con toda su mercancía robándole sitio a los peatones.
Lo mejor es que a nada que sales de los itinerarios turísticos, puedes disfrutar de un ambiente típico parisino. No es difícil encontrar una cafetería desierta donde tomarte una buena crêpe y un café, tampoco lo es encontrar un sitio delante de un cuadro en el Louvre. Eso sí, tienes que saber buscar (y quizá vino bien que fuera Febrero).


Hablando de buscar un sitio delante de un cuadro. Es impactante comprobar cómo las personas son presas de las modas. Cómo pueden hacinarse cientos de cuerpos frente a un cristal que separa La Gioconda unos tres metros, teniendo justo al lado obras de da Vinci mucho más impactantes y envueltas de mayor misterio, como La Virgen de las Rocas.             Así es como dediqué media hora de mi vida a estar completamente sola y en armonía con el cuadro, disfrutando de una de las realmente obras maestras de Leonardo, que parecía aguardar casi con envidia a los visitantes que contemplaban La Gioconda.
Como toda española también quise disfrutar de la noche parisina, rebosante de actividad. Y sin haber buscado información previa terminamos en un bar de dos plantas: una inferior dedicada a cabaret y una superior dedicada a música en directo, donde cualquier persona sin vergüenza podía subirse a deleitar al público.

Por último, y como flashback, me quedan unas imágenes: mirar hacia arriba en el interior de la catedral de Notre-Dame y no ver el techo entre tanta oscuridad, los copos de nieve rozando la Torre Eiffel, el desayuno más copioso que nunca he tenido delante de mi en la cafetería donde se rodó la película Amelie, parisinos abriendo la puerta del metro y saltando fuera antes de que se hubiera parado del todo, tiendas pequeñas y coquetas, personas amables y risueñas, tejados, niños patinando en una pista de hielo improvisada frente al Museo de Orsay, un párroco de una pequeña iglesia tocando la harmónica y riéndose a carcajadas, perderme literalmente en el Pompidou durante horas, y las miradas hacia atrás que dejaba en todos los sitios a los que me he propuesto volver.

lunes, 7 de mayo de 2012

Tenerife, ¡ES TENERIFE!

¿Qué deciros de mi último viaje?

Aventura, cultura, turismo enológico y por supuesto sol y playa. La variedad de ofertas que concentra es una de las características que arrastran al turista a esta increíble isla.

Por suerte y tras una larga temporada de stress acumulado fui a visitarla hace poco y decidí despejarme centrándome en las playas que ésta nos ofrece, sin pasar por alto otras actividades.

Entre sus playas no tengo la menor duda de que me decanto por las naturistas que son la mejor forma de entrar en contacto directo con la naturaleza. La sensación realmente es indescriptible: el viento, el agua, la arena…y más que nada, esa sensación de estar ahí solo tú y siendo tú…

Algunas de estas playas son El Bollullo, Los patos (la zona nudista)o Las gaviotas, la playa naturista por excelencia, situada en la zona noreste, cerca de la playa artificial de Las Teresitas.

Las playas vírgenes que ofrece la zona de El Rincón fueron para mí algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados, algo que no había visto en mi vida: esas playas de arena negra a los pies de altos barrancos, esas rocas que surgen del mar haciendo romper olas de una altura realmente llamativa.

Además, como no voy a comentaros lo bien que se siente uno rebozado en una capa de arena o barros para dejarlos secar al sol y retirarlos con un baño bien fresquito.

Eso sí, recomiendo que si visitáis estas zonas lo hagáis con cuidado pues se avisa mediante carteles de los posibles desprendimientos. El acceso a estas playas suele ser bastante difícil, en este caso había que descender un barranco en el que se ha formado un pequeño sendero que cuenta con algunos cuantos obstáculos. De hecho no es la única precaución a tener en cuenta ya que también cabe la posibilidad de que tengáis que correr o subiros a las rocas más altas gracias a la subida o bajada de la marea como me pasó a mí
¡Que mal trago!

Entre otras actividades a realizar en la isla, merece una mención especial el turismo de aventura. Si visitáis la isla no podéis dejar de sumergiros en sus aguas repletas de una fauna marina asombrosa, entre la que podéis encontrar delfines y cetáceos, es increíble.

Tengo que reconocer que me costó bastante hacerme a la idea de respirar bajo el agua con todo el equipo de submarinismo y lo pasé mal al principio pero una vez dentro… ¡no había quién me sacase!

También se puede optar por realizar turismo enológico, de lo que la gente se extraña dado que al hablar de vinos automáticamente pensamos en zonas de la península como La Rioja pero Tenerife cuenta con 5 denominaciones de origen de entre las que destacan la primera de la isla D.O. "Tacoronte - Acentejo", y otras como la D.O. “Valle de la Orotava”, la D.O. “Abona”.

Si estáis interesados en rutas organizadas, en la siguiente página se detalla toda la información sobre sus distintas D.O.: 

En definitiva, no podéis perder la oportunidad de dejaros caer por esta maravillosa isla de la que os aseguro que volveréis renovados.

Mi cuento de Londres

Por suerte para mí la ciudad de Londres está muy presente en mi vida, y es por ello que voy a visitarla siempre que puedo. A pesar de las tres veces que he tenido el gusto de visitarla he de decir que aun que me queda mucho por descubrir y que es una ciudad que no cansa.

Nunca olvidare la primera vez que estuve en Londres. La estación de autobuses esta situada en London Bridge justo en el centro de la ciudad, pero no me alojaba allí. La primera zona que conocí de Londres era la zona norte de la ciudad, un barrio bastante bohemio donde los domingos por la mañana, las flores coloreaban el barrio con su mercadillo, de flores impresionantes y de todos los rincones, acompañadas de música callejera tipo jazz, puestos de café y de antigüedades.

Las cafeterías más comunes de esta zona, son de este aire bohemio del que os hablo, muy british: Muebles antiguos, variedades de tés, bollería suculenta, libros con fin de darle un aire intelectual… Pero cabe mencionar que en lo que se refiere a gastronomía, la oferta no es muy variada ni atractiva. Sus platos más típicos son El roast beef, fish & chips... En todas las calles puedes encontrar un sitio donde comer, aunque me dio la sensación de que la ciudad cuenta con más restaurantes especializados en comidas de otros países que la suya propia. Sus calles huelen a comida.

La zona céntrica de Londres me hizo viajar en el tiempo debido a sus maravillosos edificios que mantienen su fachada exterior tal y como estaban originalmente, renovándolos muy sutilmente, dando así a las calles un aire de cuento clásico. En esta zona encontré el Trafalgar Square, donde se pueden realizar diferentes compras y actividades nocturnas.

El Big ben, que me lleno de magia al hacerme recordar la maravillosa novela de Peter Pan, sin olvidar el London Eye que se ve perfectamente desde el puente que cruza el Támesis que esta muy cerca. Uno no puede estar en esta zona sin visitar la abadía de Wesminter, me impresiono su fachada.

El Soho donde vi una enorme diversidad de gentes en cuanto a estilo y etnia, las calles tienen diferentes pubs y bares, así como clubes nocturnos.

Piccadilly Circus que es la zona más animada y luminosa de la ciudad (o eso me pareció a mi) debido a sus grandes carteles publicitando diferentes obras teatrales u espectáculos, zona de cines, tiendas..

Pero el lugar que terminó por de declarar mi amor hacia Londres fue Hyde Park el que recorrí con tranquilidad y admiración contemplando hasta el último detalle: Los maravillosos árboles y el color otoñal de sus hojas que hacían un increíble contraste con el paisaje, los diferentes animales que habían así como aves varias patos, gansos cisnes las divertidas ardillas que se dejan perseguir y las preciosas casetas que rodeaban Serpentine, para luego acabar en la impresionante zona de Buckinham Palace que hasta casi consiguió enorgullecerme de una patria que no era la mía.

En resumidas cuentas, Londres es una ciudad de gran diversidad por su alto nivel musical, estilos personales llevados cada uno al extremo, diferentes culturas...

Es la ciudad de la niebla, de lo oscuro, lo tétrico de Edgar Allan Poe, lo muy rico y lo muy pobre, lo vanguardista y lo clásico, Londres lo es casi todo.